Lorena y Roberto: una boda otoñal, con toques granates y con magia
Desde que en 2011 Lorena y Roberto se conocieran, su amor no dejó de crecer y fueron novios hasta que el 29 de octubre de 2016 se dieron el “sí, quiero” en una boda de lo más especial. Este gran día mi compañera en este sector, Lorena Carnero, y yo, coindicimos y fundimos los estilos Silvestre-Carnero de una forma muy especial. Tuve el placer de decorar y coordinar esta preciosa boda que vais a conocer, su boda.
Nos conocemos desde 2015. Empezamos a hablar un sábado por la noche en uno de los bares de pinchos de la Herradura. Lorena salía de una boda junto a Sergio (el que después fue su fotógrafo de boda) y, desde entonces, nuestra pasión por el mundo de las bodas, la decoración, los vestidos de novia, las flores y todo lo bonito que nos rodea nos ha ido juntando poco a poco hasta ser hoy en día unas grandes amigas.
Para la boda, Roberto eligió un traje azul marino de Galy (Logroño). Para la fotografía y siendo Lorena Carnero fotógrafa de bodas contaron con grandes profesionales, Like a whisper, y de la misma forma ocurrió con el vídeo, contando con Aloha Estudio.
Por su parte, Lorena optó por encargar su vestido de novia a una modista de Miranda de Ebro, Ana Bueno, con un resultado increíble. Para los zapatos optó por unos de Cuplé Logroño y aunque no quería llevar velo, se puso el de su cuñada. Confió su belleza en Peluquería Mixta Mía, cuya propietaria es amiga de la novia desde hace años; y en el maquillaje de Estética Veró. El ramo de novia fue confeccionado por mí, acorde al resto de la decoración, y para el tocado eligió a Sister’s Tocados.
La ceremonia y el banquete se celebraron en el restaurante la Vieja Bodega, en Casalarreina. “En los jardines de ese restaurante hice mi primera boda en solitario. La gente de la Vieja Bodega siempre nos ha tratado genial y no teníamos ninguna duda. El día de nuestra boda estaría marcado por la disponibilidad del rencinto”, declara Lorena.
La ceremonia en palabras de los novios fue civil, sencilla y muy otoñal. Trabajé desde la base del color granate que tanto le gusta a Lorena y a Roberto, acertando de lleno en toda la decoración. En ese año todavía no se habían visto tanto los plumeros como hoy en día y ¡menos en color granate! Pero ahí estaban en su boda, marcando tendencia y dando el toque tan otoñal que queríamos.
Toda la papelería fue diseñada por la propia Lorena Carnero, ya que es diseñadora gráfica: desde las invitaciones, el seating plan, los meseros y las minutas. Todo seguía el hilo conductor marcado por los novios en conjunto conmigo.
La decoración floral de cada rincón, así como los pequeños detalles de bienvenida, libro de firmas, candybar, fueron de mi mano también. Para la tarta nupcial, los novios optaron por la carrot cake, a cargo de Muchachita Pastisserie. Dicen los novios que en el candybar, a parte de gominolas, hubo brownies. Según ellos, ¡los mejores brownies que han probado en su vida!
En cuanto a la música, los novios cuentan que al entrar a la ceremonia sonó la canción de ‘No puedo vivir sin ti’, de Los Ronaldos; y cuando esta se acabó ‘Space Oddity’, de David Bowie. Al entrar al banquete, ‘Keep the faith’, de Bon Jovi. El primer baile como marido y mujer fue escuchando la canción ‘Dulce introducción al caos’, de Extremoduro, el grupo favorito de Roberto y esa canción en particular les encanta a ambos.
Lo que opinan de mí: “No tengo palabras para expresar lo que siento al acordarme del día de nuestra boda y, sobre todo, al acordarme del magnífico trabajo que hizo Ángeles. Le estaré toda mi vida agradecida y la recomendaré siempre que pueda.
Nosotros queríamos una boda sencilla pero llena de detalles. Nos casamos el último fin de semana de octubre en un jardín y teníamos miedo por si llovía, necesitábamos un plan B. Finalmente no llovió pero Ángeles tenía todo bien pensado por si la climatología fuera adversa.
Le comenté a Ángeles cómo quería que fuera mi boda y me deje sorprender, tanto que ¡fue mucho mejor de lo que esperaba! Cada detalle, hasta el más mínimo, la coordinación... Todo todo todo, fue genial. Ángeles, además de wedding planner es una genial interiorista, con lo cual, sabe lo que hace. Sorprendió a todos mis invitados con su trabajo y su dedicación. Ama su trabajo y se entrega al 100%.
Para nosotros ha sido todo un acierto y se nos llena la boca al decir que Ángeles Silvestre hizo nuestra boda y fue genial.”
¡Enhorabuena pareja!
